A fines de otro año académico, acordándonos de los muchos beneficios dispensados por la Providencia a su seminario, entonamos con todas las generaciones cristianas el más bello de los canto de acción de gracias: Te Deum laudamus.
A fines de otro año académico, acordándonos de los muchos beneficios dispensados por la Providencia a su seminario, entonamos con todas las generaciones cristianas el más bello de los canto de acción de gracias: Te Deum laudamus.