Hermano Religioso

Noviciado de La Reja - Toma de sotana

La Fraternidad San Pío X es una obra esencialmente sacerdotal, pero no por eso hay que concluir que todos sus miembros son sacerdotes.

Los Estatutos de la Fraternidad dicen que:                                                                                                                                               

El fin de la Fraternidad es el sacerdocio y todo lo que se relaciona con él, y nada más que lo que le concierne, es decir, tal como Nuestro Señor lo quiso cuando dijo: “Haced esto en memoria mía.” Orientar la vida del sacerdote hacia lo que es esencialmente su razón de ser: el santo sacrificio de la Misa, con todo lo que significa, todo lo que de él procede y todo lo que le complementa.

Sin embargo, el llamado de Dios a las almas para consagrarse enteramente a su servicio no es forzosamente un llamado sacerdotal. Existen muchas almas que no podrían quedarse en el mundo sin riesgo de perderse y que Dios llama a un estado de vida más alto, distinto del sacerdocio.

Los votos religiosos, recomendados por Nuestro Señor en el Evangelio, constituyen la gran dignidad de esta vocación y son el camino más seguro a la santidad. 

"A no ser que os hagáis como niños, no entraréis en el reino de Dios." (Mt 18,3)

Vinculación al sacerdocio y a la Santa Misa

Esta rama de religiosos, pensada por Monseñor Lefebvre mismo, está estrechamente vinculada al sacerdocio, cuya preservación e incremento es el fin de todas las obras de la Fraternidad, y por lo mismo, está íntimamente ligada al Santo Sacrificio de la Misa. Por la ofrenda silenciosa de sus vidas a Dios, su vocación es ayudar a los sacerdotes a permanecer fieles.

Nada es más urgente hoy día que obtener del cielo los sacerdotes necesarios a la Iglesia y a las almas. Nuestros Hermanos merecen toda nuestra gratitud y nuestras oraciones por dedicar sus mismas vidas a esa necesidad apremiante.

Que el Señor nos dé santos sacerdotes y que nos dé muchos santos hermanos religiosos, que ayuden esos sacerdotes a vivir su vocación según los designios de Dios y enteramente dedicados a la salvación de las almas.

Conozca mejor la vida religiosa en el seno de la Fraternidad en el sitio de la Casa General.