Ceremonia de Confirmaciones

Fuente: Seminario Nuestra Señora Corredentora

Mons. de Galarreta confirmó a 39 jóvenes el último sábado.

El último sábado 28 de noviembre, Mons. Alfonso de Galarreta confirió la confirmación a 39 jóvenes de la Escuela del Niño Jesús y de la feligresía de La Reja y Buenos Aires.

La ceremonia, que contó con gran concurrencia de fieles, fue seguida de una misa pontifical acolitada por los niños de la Cofradía de San Esteban.

Vea abajo las fotos.

La Confirmación

El Santo Crisma o Confirmación es un sacramento por el cual recibimos al Espíritu Santo. Se imprime en nuestra alma el carácter de soldados y apóstoles de Jesucristo, y nos hacemos perfectos cristianos. Nos confirma en la fe y perfecciona las otras virtudes y dones que hemos recibido en el santo Bautismo; y por eso se llama Confirmación.

Rito

El Obispo, para administrar el sacramento de la Confirmación, extiende primero las manos sobre los confirmados, invocando sobre ellos al Espíritu Santo; luego hace una unción en forma de Cruz con el sagrado Crisma en la frente de cada uno, diciendo las palabras de la forma; después le da con la mano derecha una ligera bofetada en la mejilla, diciendo: la paz sea contigo; y por fin, bendice solemnemente a todos los confirmados.

Hácese la unción en la frente, donde aparecen las señales del temor y la vergüenza, a fin de que el confirmado entienda que no debe avergonzarse del nombre y profesión de cristiano, ni tener miedo de los enemigos de la fe.

Se da una ligera bofetada al confirmado para que sepa que ha de estar pronto a sufrir toda afrenta y todo trabajo por la fe de Jesucristo.

Materia

La materia de este sacramento, además de la imposición de las manos del Obispo, es la Unción hecha en la frente del bautizado con el sagrado Crisma.

En este sacramento, el óleo, que se derrama y conforta, significa la gracia abundante que se derrama en el alma del cristiano para confirmarlo en la fe; y el bálsamo, que es oloroso y libra de corrupción, significa que el cristiano, fortalecido con esta gracia, es apto para dar buen olor de cristianas virtudes y preservarse de la corrupción de los vicios.

Para conservar la gracia de la Confirmación debe el cristiano hacer frecuente oración, ejercitar buenas obras y vivir según la ley de Jesucristo, sin respetos humanos."

Extractos del Catecismo Mayor de San Pío X